Libertad, destino y destinación.
La libertad, como hemos venido señalando, es la posibilidad y al mismo
tiempo la capacidad que tenemos los humanos de inventar, decidir y
elegir entre lo posible por nosotros mismos. Se trata de una
elección no aparente sino real, en donde de manera racional
y crítica nos hacemos responsables de nuestros propios actos.
El hombre, cuanto más libre, se constituye en un sujeto
más moral.
Pues éste, no es nunca algo acabado, sino un proyecto
de ser. A través de la libertad, se acendra y se amplifica
en su ser; se proyecta como ser auto consciente, se apropia y
diseña no su propio destino, sino su propia destinación,esto
es, lo que el hombre mismo es y puede llegar a ser conforme
a lo que tiene de específicamente humano, y no en función
de un destino concebido como fatalidad que le es impuesto
de forma inexorable.
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